En Vietnam, las gambas habitan principalmente en aguas cálidas y son abundantes en la región central y sur. A lo largo de la historia, los platos de gambas siempre han sido muy apreciados en la cocina.
Las gambas tienen un alto valor nutricional, pero deben ser frescas y no estar contaminadas, o procesadas a partir de gambas frescas, cocidas y conservadas de forma higiénica. Comer gambas muertas o infectadas con bacterias no solo no tiene beneficios nutricionales, sino que también puede causar intoxicación alimentaria o enfermedades gastrointestinales peligrosas.
Según la experiencia de las amas de casa y los consejos de los nutricionistas, no es difícil identificar gambas frescas o muertas. Las gambas frescas son vivas y pueden estar saltando, lo que las hace fáciles de distinguir. Las gambas muertas se vuelven blandas, con la cabeza separándose fácilmente del cuerpo y un color oscuro. Las gambas frescas cocidas tienen la piel roja, la carne firme y un sabor delicioso. Para las gambas secas, puedes observar la forma, el color y el sabor para determinar su calidad. Las buenas gambas secas suelen ser de color rosa claro a rosa, brillantes y ni demasiado claras ni demasiado oscuras. Si son gambas secas sin cabeza, deben estar enteras, sin romper, sin insectos y tener un sabor delicioso y natural sin ningún olor extraño.
Cuando se disfruta de mariscos, no es raro que las personas experimenten problemas de salud debido a diversas razones. Aquí hay algunas precauciones necesarias al comer mariscos basadas en la experiencia popular:
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